Un poco hablando del arpa.

El Arpa criolla inicia su vuelo de dimensión universal ya que es más que un instrumento fundamental dentro de la interpretación criolla; Es un trozo de folklore que se transforma en patrimonio espiritual, raíz histórica, y así lo refieren texto, documénteles y hasta nosotros mismo. Está demostrado que en la época de la conquista de América el arpa disfrutaba de la popularidad en grandes salones de España el cual llegó a ellos en la edad media dentro del equipaje de ministriles británicos e irlandeses y es hija de legítima del arpa Siria. Una vez instalada en tierras americanas, se hizo factor de una rápida asimilación por parte de la población india, negros y esclavos que se interesaron en todos lo secretos de aprendizaje y construcción, hasta dar origen a las célebres arpas Ecuatorianas, Peruanas, Bolivianas, Paraguayas, Venezolanas, Chilenas y en la idea de demostrar la antigüedad del arpa apegada a la vida de niveles populares de nuestro país. Citando un documento del año 1809, en el cual el presbítero Manuel Fajardo cura del pueblo de Santa Cruz de Escobar en los Valles de Aragua vimos que al denunciar a través de la Gaceta Oficial de Caracas la fuga de un esclavo suyo de nombre “Hermenegildo” hace énfasis en que aquel sabía tocar arpa, a tal extremo que era solicitado por la hermandad religiosa. El General José Antonio Páez figura descollante en la gesta independentista hizo reiteradas citas a la importancia sentimental del arpa entre sus aguerridos ejércitos llaneros, el instrumento sagrado era olvidadizo de penas para los hombres de la guerra, mientras que en la viñeta el negro natividad toca el arpa para el catire taita José Antonio desde los jardines cantara la caramba. En nuestro territorio se proyecta desde Santiago de León de Caracas a la zona de los estados que hoy forman Apure, Aragua, Barinas, Cojedes, Guárico, Miranda, Portuguesa, Bolívar y el resto de los estados donde hoy en día nuestra música llanera es una de las favoritas. Este instrumento se ha arraigado con la fuerza permanente a través de los siglos y por siempre desde el punto de vista funcional está ligada a todas las modalidades que músico alguno pudiese tocar. El tenorete sonoro del llano representa al joropo y al baile nacional, traspasando las fronteras busca arraigarse en el corazón de los departamentos colombianos, los estados venezolanos y en el mundo entero.